Como parte de un conjunto de medidas diseñadas para fortalecer las políticas migratorias, el gobierno de Estados Unidos ha aumentado las deportaciones de inmigrantes sin documentos, empleando aeronaves militares para su traslado. Estas acciones son parte de una estrategia más amplia que abarca operativos en varias ciudades y el incremento de personal militar en la frontera sur.
Traslados en aeronaves militares para deportaciones
Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca, difundió fotos que revelan a inmigrantes con las manos atadas y en fila mientras suben a aviones militares para ser expulsados. Leavitt calificó esta acción como «la expulsión masiva más grande en la historia de Estados Unidos». Según reportes, entre los expulsados hay personas acusadas de delitos graves, incluidos sospechosos de terrorismo y integrantes de bandas criminales.
Operativos en varias urbes
Las autoridades han efectuado operativos en varias ciudades destacadas como Nueva York, Boston, Chicago y distintas zonas de Florida. Estas acciones han suscitado inquietud en las comunidades inmigrantes y han recibido críticas de parte de ciertos funcionarios locales. Por ejemplo, Ras Baraka, alcalde de Newark, Nueva Jersey, declaró que los operativos se llevaron a cabo sin órdenes judiciales y los catalogó como inconstitucionales, afirmando que «Newark no se quedará sin actuar mientras se atemoriza a la ciudadanía».
Incremento de fuerzas militares en la frontera
Simultáneamente, el Departamento de Defensa ha comunicado el envío de 1,500 soldados adicionales a la frontera con México. Este despliegue abarca recursos aéreos y de inteligencia para reforzar la vigilancia y seguridad en la frontera. El secretario interino de Defensa, Robert Salesses, señaló que esta acción supone un incremento del 60% en las tropas terrestres en activo desde el comienzo del actual mandato presidencial. Asimismo, el Pentágono contribuirá en la fabricación de barreras físicas temporales y permanentes para disminuir los cruces ilegales y el tráfico ilícito.
Comentarios y objeciones
Estas acciones han generado una variedad de reacciones. Algunos grupos respaldan las medidas por considerarlas esenciales para reforzar la seguridad nacional y controlar la inmigración ilegal. No obstante, organizaciones defensoras de los derechos humanos y varios líderes locales han manifestado su inquietud por las consecuencias humanitarias y legales de estas políticas. Las críticas se enfocan en la carencia de procedimientos judiciales apropiados durante los operativos y en el empleo de recursos militares para tareas de inmigración, lo que consideran como una militarización de la política migratoria.
Consecuencias a futuro
Implicaciones futuras
La intensificación de las deportaciones y el despliegue militar en la frontera reflejan un enfoque más agresivo en la gestión de la inmigración. Estas acciones podrían tener implicaciones significativas en las relaciones diplomáticas con los países de origen de los inmigrantes deportados, así como en la dinámica interna de las comunidades afectadas en Estados Unidos. Además, es probable que estas políticas enfrenten desafíos legales y protestas por parte de grupos defensores de los derechos de los inmigrantes.