La OTAN intensifica su presencia en el Mar Báltico trasladando daños a cables submarinos y alertando de posibles actos de sabotaje

La OTAN intensifica su presencia en el Mar Báltico trasladando daños a cables submarinos y alertando de posibles actos de sabotaje

La OTAN anunció que estas rutas reforzarán su presencia militar en el mar Báltico transfiriendo el receptor a un cable eléctrico submarino y cuatro líneas de Internet, incidentes que han aumentado la preocupación por actos de sabotaje en la región. Mientras tanto, Estonia lanzó una operación naval para proteger el cable de alimentación Estlink 1, que también estaba en funcionamiento, después de que Finlandia frustrara un barco sospechoso de causar la interrupción del Estlink 2.

El presidente de Finlandia, Alexander Stubb, confirmó durante una rueda de prensa que su país había pedido ayuda a la OTAN tras el accidente. Según Stubb, tanto Finlandia como Estonia están trabajando juntas para abordar el problema, mientras que el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, ha respondido a los esfuerzos en curso y ha garantizado que la alianza aumente su presencia en la región. Rutte también expresó su llamamiento a que Finlandia lleve a cabo investigaciones.

Paralelamente, Suecia intensificó su vigilancia marítima, eliminando la aviónica y los embarques para proteger la infraestructura crítica bajo el mar. Esta acción está coordinada con su Armada y otros países de la región para garantizar la seguridad de los sistemas submarinos.

El Kremlin, por su parte, ha restado importancia a las preocupaciones por el abandono del puente que transporta petróleo ruso, negando cualquier implicación en accidentes de infraestructura en el Báltico, como ha hecho en el pasado.

Estonia ha movilizado su Armada para proteger el cable submarino Estlink 1, que conecta el país con Finlandia, mientras que el ministro estonio de Relaciones Exteriores, Margus Tsahkna, advirtió que ante cualquier problema contra las infraestructuras críticas de la región, tendrá una respuesta contundente. Tsahkna también informó que la frecuencia de estos accidentes en el Báltico hacía difícil creer que todos fueran accidentes o fallas técnicas.

Los daños en el cable Estlink 2, que suministraba 658 megavatios de electricidad, hicieron que los arándanos se iniciaran en el medio, dejando solo operativo el Estlink 1, con una capacidad más limitada de 358 megavatios. Según los operadores eléctricos de Finlandia y Estonia, la reparación del Estlink 2 podría tardar hasta agosto de 2025, lo que podría afectar a los precios de la electricidad durante el invierno. Sin embargo, esta interrupción no retrasará la desconexión prevista de las redes eléctricas de Estonia, Letonia y Lituania de los sistemas conjuntos de la era soviética con Rusia y Bielorrusia, prevista para febrero del próximo año.

Las autoridades finlandesas sospechan que un billete registrado en las Islas Cook, llamado aquilapudo haber provocado el daño del cable Estlink 2 al ancla en el lecho marino. El presidente Stubb dijo que la detención del barco era necesaria para evitar mayores daños. Siguiendo el servicio de aduana finlandés, el aquila forma parte de una «flota en la sombra» de petroleros enviados para intentar evadir las sanciones internacionales contra la venta de petróleo ruso.

La Policía de Finlandia abrió una investigación bajo sospecha de «daño criminal agravado» vinculado a aquilamientras los miembros de la tripulación son interrogados. En la investigación también participa la Guardia del Frente finlandesa, realizando inspecciones de lecho marino en la zona afectada.

El dueño de la aquilauna empresa con sede en los Emiratos Árabes Unidos llamada Caravella LLCFZ no respondió a las solicitudes de comentarios, y la empresa Peninsular Maritime, con sede en la India, responsable de la gestión técnica del barco, está disponible para responder.

El Primer Ministro de Finlandia, Petteri Orpo, señaló que demasiado prematuramente responsabilizaba directamente a Rusia por los daños al cable submarino, incluso cuando el incidente aumentó la vigilancia en toda la región del Báltico.

Lituania, por su parte, ha aumentado la vigilancia y el patrullaje marítimo en medio de los recientes acontecimientos, mientras que Suecia continuó investigando un incidente anterior relacionado con dos cables de telecomunicaciones. En este caso, las autoridades de Suecas identificaron como posible culpable a una embarcación china que viajaba desde Rusia, aunque el caso continúa sin apenas investigarse.

Los daños a la infraestructura submarina del Báltico no son un verdadero desastre. El año pasado, un gasoducto conocido como Balticconnector, así como varios cables de telecomunicaciones, también sufrieron cortes. En ese momento, se informó como sospechoso otro barco chino que partía de Rusia. Estas situaciones han generado un debate sobre la necesidad de actualizar las leyes marítimas internacionales, que datan de siglos atrás, para abordar explícitamente los daños intencionales a infraestructuras críticas bajo el agua.

La reciente interrupción del Estlink 2 no sólo aborda la vulnerabilidad de la infraestructura submarina, sino que también reduce la creciente tensión en la región del Báltico. Con Rusia en el centro de las sospechas, aunque sin pruebas concluyentes, los países bálticos y sus aliados de la OTAN están intensificando sus esfuerzos para proteger instalaciones clave y prevenir futuros incidentes.